📜#Efeméride: 22/09/1868. "TAL DÍA COMO HOY SE DECRETABA EL DERRIBO DE VARIAS PUERTAS DE LA HISTÓRICA Y ANTIGUA MURALLA DE #SEVILLA".


📜#Efeméride: 22/09/1868.
En un día como hoy se DECRETABA el DERRIBO de varias PUERTAS de la histórica y antigua Muralla de Sevilla: Puerta del Osario, Puerta del Sol, Puerta Carmona y Puerta de San Fernando, por parte del Cabildo Municipal, junto con el de otras tantas PUERTAS de la ciudad en diferentes fechas...

📜BREVE HISTORIA DE LAS PUERTAS Y POSTIGOS DE SEVILLA📜

Sevilla vivió en el año 1868 la decisión urbanística más relevante de su historia: derribar la muralla almohade y las puertas levantadas en el siglo XII en pro de la expansión de la ciudad y la permeabilidad del centro al tráfico rodado. En contra, los sevillanos perdieron el que probablemente fuese el mayor monumento que tendría hoy la ciudad.

Antiguamente la ciudad de Sevilla se encontraba protegida por murallas de más de 6 kilómetros de largo y para entrar a la ciudad existían más de 20 diferentes accesos (entre PUERTAS Y POSTIGOS), algunos de ellos privados y otros públicos. A través de las puertas públicas ingresaba la mercancía a la ciudad. En la actualidad solo quedan cuatro entradas de las más de veinte existente: la única original que se conserva en la actualidad es la Puerta de Córdoba, que permanece adosada a la iglesia de San Hermenegildo. También se mantienen, aunque no son del todo originales, la de la Victoria o Arquillo de la Plata, que fue una puerta interior de acceso al recinto del Alcázar, el Arco de la Macarena y el Postigo del Aceite.

Algunas de estas puertas, la mayor parte derribadas, como hemos mencionado anteriormente, en la revolución liberal de 1868, aún dan nombre a esquinas, rincones o amagos de plaza en puntos del perímetro de la Ronda Histórica, coincidente con el antiguo trazado defensivo de la ciudad, y que el apego de los sevillanos por sus tradiciones y su historia ha llevado a algún grupo de vecinos a tratar de poner en marcha un proyecto de reconstrucción de alguna de estas puertas, como la de Carmona.

Algunas de estas puertas, tras su primera destrucción, volvieron a construirse con otra forma, como la efímera segunda edición de la de Jerez, que duró de 1848 a 1864, y otras como la de la Puerta del Sol, la cual fue inmortalizadas por el lápiz de Richard Ford, en 1831.

Para explicar las murallas y las puertas de Sevilla tenemos que remontarnos al año 900 a.C. En esta fecha es posible que existiera un muro defensivo. Sin embargo, la primera referencia escrita es en el siglo I a.C, con Julio César.

La diferencia entre un postigo y una puerta es que el postigo era de menor tamaño y de menor importancia. También solían cerrarse antes, ya que era más fácil y se podía tener un mayor control de la ciudad. Existían cuatro puertas principales, correspondiendo cada una con cada punto cardinal. La Puerta Jerez era la del sur, la Macarena la Puerta norte, la Puerta Carmona la este y Triana la oeste. Los restos que vemos hoy en día son de época almorávide y almohade de los siglos XII  y XIII.

¿Cómo se construían las murallas?

Para construir las murallas se colocaban dos tableros de madera verticales y paralelos. Éstos estaban separados a una igual distancia y sujetos a su vez por unos palos de madera horizontales. Ese molde era rellenado después por el tapial.  El tapial es una amalgama de piedras, piezas de ladrillo o cerámica, arena y cal. Una vez seco se retiraban las maderas.  Con una anchura de dos metros y medio, sus paredes cubrían un perímetro de 7314 metros.

El final de las Puertas de Sevilla

El derribo de las murallas obedeció a un conjunto de factores; primero la mentalidad de la época, que no se valoraba en toda su extensión la importancia que tenían determinadas construcciones del pasado; el hecho de considerar que la muralla era un obstáculo para la extensión de la ciudad; también se da la circunstancia de que la muralla había llegado bastante desvencijada al haber perdido su sentido, ya que estas no tenían sentido en las guerras de aquella época. Muchas edificaciones se adosaron a ellas y se entendió erróneamente en su momento que era un obstáculo para el progreso y que la modernidad de Sevilla pasaba por el derribo de las murallas.

En la segunda mitad del XIX se vio la necesidad de ensanchar la ciudad, integrando los barrios extramuros con el casco histórico. Ésto responde a la aparición, como hemos dicho, de la Revolución Industrial y al aumento de la población. También guarda relación con el momento histórico de esa época, particularmente agitado.

La muralla con sus puertas hubiera sido el monumento más grande de la ciudad y, quien sabe si el más importante, porque tiene otros mucho, pero estaría entre los destacados sin duda alguna. Sin dicho derribo, hoy Sevilla sería una ciudad muchísimo mas bella y más importante si hubiésemos sabido conservar aquel patrimonio tan absurdamente dilapidado

Sevilla no fue la única ciudad que cambió su fisionomía, sino que se trató de un proceso que se dio en más ciudades españolas. Actualmente tenemos restos de muralla en varias zonas de la ciudad, pero las más destacadas son las del ALCÁZAR y la MACARENA.

Aunque nos han quitado parte de nuestra historia, siempre nos quedará, en el imaginario colectivo sevillano, la costumbre a día de hoy, de citar las distintas puertas que no hace mucho tuvo nuestra Sevilla, para quedar en ellas... ¿Quién no ha quedado en la Puerta de Jerez?, ¿o en la Puerta la Carne?, ¿o en la Puerta Carmona?, etc.

ENUMERACIÓN Y RESEÑAS DE LAS ANTIGUAS PUERTAS DE SEVILLA:

1. PUERTA DE LA MACARENA.
Frente a la Basílica de La Macarena. Por esta puerta hizo su entrada el emperador Carlos I. El arco de la Macarena actual data del siglo XVI, cuando se readapto como paso de mercancías y se le dio el aspecto monumental. «Extremo serás del mundo, Sevilla, pues en ti vemos juntarse los dos extremos». Esta inscripción la puedes encontrar en la puerta norte de la muralla, la de la Macarena, ubicada en la embocadura de la calle San Luis y Resolana. Este acceso era utilizado por los reyes de Castilla para entrar en la ciudad, debiendo jurar los fueros locales antes de franquearla. El estilo actual, tras muchas transformaciones, debe su diseño al arquitecto José Chamorro.

2. PUERTA DE CÓRDOBA. Situada frente a la iglesia de los Capuchinos. Esta es la que conserva más claramente la disposición originaria y muestra su carácter cerrado y militar. adosada a la iglesia de San Hermenegildo, situada en la esquina de la calle Madre Dolores Márquez y las avenidas de Muñoz León y Ronda de CAPUCHINOS. Dos puertas dan a un distribuidor oculto por el que se accedía. Según cuenta la leyenda, en ese lugar de la muralla San Hermenegildo fue martirizado, por lo que la puerta se convirtió en un lugar de culto.

3. PUERTA DEL SOL.
Uno de los ejemplos más interesantes de la importancia que las entradas tenían en el día a día de la ciudad es el de la puerta del Sol, que marcaba el inicio de la actividad al estar orientada hacia la salida del astro rey.

Ubicada en la intersección de las calles Madre Isabel de la Trinidad y Sol, esta puerta fue construida en el año 1595 durante el reinado de Felipe II. Su diseño era austero y simple. El único motivo decorativo con el que contaba era una representación del Sol que le daba nombre grabada en su frontispicio.

4. PUERTA OSARIO.
En la plazuela del mismo nombre. ¿Por qué se llama Puerta Osario?... La denominación de Osario tiene una explicación basada en la legendaria existencia de un cementerio mahometano a extramuros de esta zona del centro de la ciudad. La Puerta Osario era baja y sin ninguna ornamentación, estando flanqueada por dos torres almenadas. En su interior había un altar dedicado a la Virgen del Rocío, con una pintura donde se representaba a la misma.

La Puerta Osario fue derribada en 1848 y reconstruida algunos años más tarde. Sin embargo, la nueva puerta tendría una existencia breve, pues sería demolida definitivamente en 1868.

5. PUERTA DE CARMONA. En la esquina de San Esteban con Menéndez y Pelayo. ¿Sabías que desde la Puerta de Carmona, en la Muralla de Sevilla, partía la antigua Vía Augusta trazada por los romanos y que llevaba hasta Roma?.

Gracias a la Puerta de Carmona entraba a la ciudad el agua que, a través de los Caños de Carmona, se traía desde los manantiales de la localidad de Alcalá de Guadaíra. El Conde de Barajas mandó reconstruirla en el año 1578. Es una de las más notables de las que albergaba la muralla.

Casi un siglo después, en 1868, en el transcurso de la Revolución Gloriosa y a pesar de la oposición de los alcaldes del barrio y los vecinos, la Puerta de Carmona fue demolida.

6. PUERTA DE LA CARNE. En la calle Menéndez y Pelayo a la altura de la calle Santa María la Blanca. La puerta que antiguamente se llamaba de Vib Ahoar recibió el nombre de Puerta de la Carne después de que se hubiese establecido frente a ella y a extramuros de la ciudad el Mercado de la Carne. La puerta fue reconstruida en 1577 por orden del asistente Francisco de Zapata, Conde de Barajas y finalmente demolida en 1864. 

7. PUERTA DE SAN FERNANDO.
Se hallaba en la calle del mismo nombre, a la altura de la Fábrica de Tabacos. La puerta de San Fernando o, también conocida como PUERTA NUEVA, fue la última de la muralla que se construyó. Fue erigida en el año de 1760 por orden del Asistente Juan Robión.

Tuvo sólo poco más de un siglo de existencia, pero la misma fue intensa. Por la Puerta de San Fernando salió de Sevilla el Rey Fernando VII y por ella entraron en la ciudad los Duques de Montpensier. Y fue también la primera portada de la FERIA DE ABRIL desde la instauración de ésta hasta que en 1868 la puerta fue demolida.

8. PUERTA DE JEREZ.
Al final de la Avenida de la Constitución, en dirección al río. El acceso a la ciudad a través del sur se hacía a través de la Puerta de Jerez, era una de las más importantes de Sevilla. Estaba abierta las veinticuatro horas al día salvo que hubiese contingencia. Fue la primera puerta de la muralla que se renovó, sustituyendo en ella el diseño primigenio de los almohades por un arco flanqueado por dos torreones. La nueva puerta de Jerez se terminó de construir el 24 de marzo de 1561. Su existencia fue de todos modos efímera, pues fue demolida en 1864. 

9. PUERTA DEL ARENAL.
Se hallaba en la esquina de la calle Adriano con la calle García de Vinuesa. La Puerta del Arenal estaba situada en la actual calle García de Vinuesa, precisamente el alcalde que la mandó a derribar en el año 1864. Este acceso fue construido en orden rústico, contaba con un alto frontispicio adornado con estatuas y escudos. Fue mandada a construir por el asistente Francisco de Castilla, actuando como obrero mayor Juan Díaz Jurado

10. PUERTA DE TRIANA. Estaba en la calle Reyes Católicos, a la altura de la calle Santas Patrona. La Puerta de Triana fue una de las cuatro puertas más importantes de Sevilla, marcaba el oeste de la ciudad. Fue una de las de mayor consideración, dado su ornato y su tamaño, que incluso llegó a acoger una cárcel denominada "El Castillo", donde cumplían condena los presos de alta alcurnia.

El intenso tráfico obligó a las autoridades a abrir dos postigos a cada lado de la puerta para aliviar la circulación y evitar los continuos atropellos. Esta decisión provocó la protesta de la Diputación Arqueológica de Sevilla, por considerar que la reforma alteraba una obra arquitectónica de gran valor. Diez años después, la puerta sería derribada. Los escasos restos que quedan de ella pueden verse hoy en el zoológico de Jerez de la Frontera.

11. PUERTA REAL DE GOLES.
En la esquina de la calle Gravina con Alfonso XII. El Rey Felipe II, a su llegada a Sevilla en mayo de 1570, otorgó el nombre de Real a esta puerta situada en la antigua calle de las Armas, hoy Alfonso XII, en las proximidades del convento de San Laureano.

El nombre primigenio, de Goles, se atribuye a una corrupción del nombre de Hércules, el mítico fundador de la ciudad. Su demolición tuvo lugar en 1862, destinándose sus restos al cementerio, donde permanecieron muchos años a la espera de ser reconstruida para servir de entrada al camposanto, proyecto que jamás se haría realidad.

12. PUERTA DE SAN JUAN. Entre la calle San Vicente y Torneo. a la altura de  la calle Guadalquivir, se hallaba la Puerta de San Juan, (hasta el siglo XV llamada PUERTA DEL INGENIO), llamada así por estar situada en el barrio de San Juan de Acre. Frente a ella existía un muelle en el que se descargaban mercancías procedentes del Nuevo Mundo, que siguió en uso hasta el año 1.574, en que entró en servicio el nuevo muelle construido junto a la Torre del Oro.

La Puerta de San Juan estaba formada por un solo arco, muy alto y estrecho, colocado entre dos torreones cuadrangulares coronados por almenas. El lienzo de muralla que unía esta puerta y la siguiente (Puerta de la Barqueta) estaba jalonado por doce torreones circulares, forma nada habitual en las murallas de la ciudad. 

Fue reedificada en 1.757, como atestiguaba la lápida de mármol que existía con el siguiente texto:

"Se hizo esta obra de reedificación de murallas por dirección del Señor Marqués de Monte Real, del Consejo de Su Majestad en el Real de Castilla. Asistente Superintendente General de todas las Rentas Reales. Año de MDCCLVII”. 

Se derribó en 1864.

13. PUERTA DE LA ALMENILLA o DE LA BARQUETA.
En la calle Calatrava, en la plazoleta del Blanquillo. La Puerta de la Barqueta fue la primera de las que rodeaban la ciudad en ser demolida, hecho que ocurrió el año 1858. Cuentan que un inglés que vivía por la zona propuso que en el lugar del derribo se levantase un monolito con la inscripción: «Hércules te edificó, Julio César te cercó de muros y torres altas Y UN ALCALDE ME MANDÓ DERRIBAR CON OTRAS CUANTAS».

La puerta se situó en la actual calle Calatrava. Se llamó originalmente Almenilla y, finalmente,
Barqueta por la barcaza utilizada para cruzar el cauce del río, que transcurría cercano a la muralla.

14. PUERTA DE LA VICTORIA.
Fue también llamada PUERTA DE ABDELAZIZ o ARQUILLO DE LA PLATA y se encuentra frente al lugar donde antaño estuvo el Postigo del Carbón, en la confluencia de la calle Miguel Mañara con la Avenida de la Constitución. Esta puerta no perteneció a la muralla, sino al recinto del Real Alcázar.

Debe su nombre a un hecho histórico, cuando Fernando III conquista la ciudad el primer lugar al que llega es a la octogonal TORRE DE ABDELAZIZ, sitio en el que planta su blasón como símbolo de victoria, de ahí PUERTA DE LA VICTORIA.

ENUMERACIÓN Y RESEÑAS DE LOS ANTIGUOS POSTIGOS DE SEVILLA:

1. POSTIGO DEL JABÓN. Situado a la mediación de la calle Tintes, en la antigua judería, que en tiempos estuvo amurallada. Debe su nombre a su localización, junto a una collación ocupada por artesanos dedicados en gran parte al cuidado y la reparación de la ropa. Este acceso fue una de las puertas de la muralla de la judería, situada, como hemos dicho, en lo que es la actual calle Tintes.

2. POSTIGO DEL ALCÁZAR. Su origen es almohade, sustituyó la torre-puerta califal. También se lo conoció como POSTIGO DE LA TORRE DEL AGUA, del callejón de la Judería que hoy lleva su nombre, Callejón del Agua, o de la Huerta del Retiro. Se encuentra situado en la calle Judería.

3. POSTIGO DEL CARBÓN. Se encontraba en la calle Santander a la altura de la calle Temprado. Conocido antigua y sucesivamente con los nombres de Postigo de las Atarazanas, Postigo de los Azacanes o Postigo del Oro, fue derribado en 1.868, quedando tan sólo un trocito que podemos ver en la unión de las calles Santander (antigua calle del Carbón, por la cantidad de carbonerías que albergaba) y Temprado, junto a la Torre de la Plata. En él se colocó, ya en el siglo XX, un azulejo que representa a la Virgen del Carmen. Hace no muchos años, con la construcción primero del edificio Helvetia (entonces Previsión Española) en el Paseo de Colón y el derribo más tarde del Garaje Torre del Oro de la calle Santander, quedó a la vista un buen tramo de muralla que, junto a la Torre de la Plata, fue restaurada, quedando ambas en buen estado. Por este POSTIGO, según cuenta la leyenda, el caid Axataf abandonó la ciudad para capitular ante Fernando III de Castilla el año 1248. Estuvo en la actual esquina de las calles. Se derribó en el año 1868.

4. POSTIGO DEL ACEITE o ARCO DEL POSTIGO.
Junto al edificio de Correos.
Su origen se remonta al año 1.107, en tiempos de  Ben Yusuf, aunque fue muy reformado en el siglo XVI por Benvenuto Tortello, previo encargo del primer conde de Barajas. En el siglo XII tuvo una función diferente, y era conocida como bad al-Qatay (Puerta de Barcos), ya que a su lado se levantaban las atarazanas para la construcción de navíos. Más adelante consta en algunas fuentes como Puerta de la Alhóndiga, Puerta del Aceite o Puerta de la Aceituna. En s. XVIII se abrió en su costado derecho una pequeña capilla donde hay un retablo barroco con la imagen de la Pura y Limpia Concepción del barrio del Arenal, obra de Pedro Roldán. En el interior del arco se pueden observar los rieles donde se colocaban los tablones para frenar las constantes inundaciones del río.

La denominación de de los Azacanes también se da en en único postigo que se mantiene en pie en la actualidad, el del Aceite, ubicado cerca de donde un día estuvo el del Carbón y que se corresponde con la confluencia de las actuales calles Dos de Mayo, Almirantazgo y Arfe. Su nombre definitivo se generaliza a partir del siglo XV por hallarse en las inmediaciones el mercado y almacén de aceites ubicado en esta zona desde, como mínimo, 1413. Declarado como Monumento Histórico Artístico, «en su frontispicio está, labrado en piedra, el escudo de la ciudad más antiguo que se conserva».

5. POSTIGO DE SAN ANTONIO.
Estaba situado entre las calles Curtidurías y Santa Ana, detrás del convento de San Antonio de Padua, cuya entrada principal sigue siendo por la calle San Vicente. Fue abierto en el siglo  XVII para comodidad de los frailes de dicho convento a la hora de administrar los Santos Sacramentos a enfermos y moribundos.

6. POSTIGO DE LA FERIA o DE LA BASURA.
Al final de la calle Feria, esquina con la calle Bécquer. Tiene el dudoso honor de ser la entrada a Sevilla (junto con el Postigo del Jabón) sobre la que existe menor información. En las crónicas aparece citada en algunas ocasiones como Puerta Nueva. Como su nombre indica, servía para entrar y salir del estercolero que en tiempos fue la actual Resolana. El Postigo de la Basura se hallaba al final de la calle Feria. No consta quien mandase abrirla ni su autor. Sí se sabe que fue una de las puertas por las que penetró el agua durante la gran inundación de 1626, la mayor que ha sufrido Sevilla en su historia, según las crónicas históricas.

7. POSTIGO DEL CUCO. Situada a unos cuarenta metros de la puerta de la Macarena, el postigo del Cuco debe su nombre a una colonia de estos pájaros que anidó en ella. En sus inicios, este acceso no puede considerarse como una puerta, era una brecha aparecida en la muralla, construida a base de frágil tapial. Con el tiempo se convirtió en entrada y salida del centro de la ciudad, por la que evitar pagar los impuestos a la entrada de productos a la ciudad.

Como hemos ido viendo, la inmensa mayoría de puertas y postigos desaparecieron en la década 1.860-1.870 "en pos de la modernidad y el crecimiento de la ciudad", simplemente, esta parte "oscura" de nuestro pasado lo podemos calificar como ¡LAMENTABLE Y MEZQUINO!, ya que siempre he sido de la opinión, que con buena VOLUNTAD y sin servir a otros "PODERES", todo, absolutamente todo, se puede conseguir... No hubiera sido la primera ni la última ciudad en compatibilizar la MODERNIDAD con el respeto a su HISTORIA...

El alcalde que tuvo el "GRAN HONOR", de preferir dicha modernidad a conservar el patrimonio de Sevilla y su historia, cuando ambas posibilidades podrían haber convivido juntas (hoy día hay ejemplos en ciudades europeas) fue Francisco de Paula del Castillo y Urri. Fue alcalde de Sevilla en 1868 y 1872. Durante su mandato en Sevilla como Alcalde se llevó a cabo parte de los derribos y puertas de la ciudad de Sevilla, durante la “GLORIOSA” revolución de 1868.

La HISTORIA la CONSTRUYEN los HOMBRES pero, por desgracia, también la DESTRUYEN... quedando sólo sus RECUERDOS...

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